
Cómo elegir un buen colchón
El colchón es uno de los elementos más importantes a la hora de descansar correctamente. ¿Sabías que pasamos el tercio de nuestra vida acostados y durmiendo? Es por eso que debemos ser conscientes que debemos tener un descanso optimo es primordial para poder rendir al día siguiente, el colchón debe ser uno de los elementos del hogar que más cuidemos.
En el siguiente artículo te daremos algunas de las pautas básicas para saber cómo elegir un buen colchón, poder descansar perfectamente y levantarte cada mañana con toda la energía para poder hacer lo que quieras.
Firmeza del colchón
Uno de los elementos más importantes que se debe tener en cuenta en el momento de elegir un colchón es la forma en que tu cuerpo se apoya en él, esta debe ser de una forma correcta y natural. Para conseguir este objetivo, es importante que tenga una firmeza media.
¿Qué significa eso? Que sea lo suficiente firme para que pueda soportar bien el peso del cuerpo, pero sin una dureza que pudiera llegar a resultar incómoda.
Un colchón demasiado blando hace que la sensación de calor sea mucho mayor, dificultando el descanso de la persona. Por otro lado, tampoco llega a sujetar correctamente la columna y no es bueno para la espalda.
Qué colchón es mejor según las necesidades personales
Si sufres problemas de circulación, siempre se aconseja utilizar un colchón más flexible, más resiliente, que se adapte mejor a tu cuerpo, así como un somier articulado que permita en un momento dado alzar las piernas o la parte superior del cuerpo.
Si eres una persona propensa a las alergias, puedes irte por la elección de los colchones antibacterianos y antiácaros, siempre utilizar un buen protector de colchón. Hoy en día la mayoría de colchones ofrecen tratamientos antialérgicos, como los colchones viscoelásticos.
Si sueles sufrir por el calor y tienes noches de insomnio por el hecho de ser caluroso, debes valorar muy bien si quieres optar por un colchón de muelles, que son los más transpirables, o por un viscoelástico perforado que garantice el frescor y la correcta disipación del calor nocturno.
Material del colchón
Látex
Son capaces de adaptarse a la forma corporal reduciendo la presión que se ejerce sobre ciertos puntos, como los hombros, la cabeza o las caderas, tienes que asegurarte de que la capa de látex sea superior a los 4 centímetros de grosor.
Son muy elásticos, lo que permite los movimientos de la persona con naturalidad, haciendo que la columna vertebral se mantenga en una correcta posición.
Entre los tipos de colchones de látex pueden encontrarse principalmente los de látex 100% natural, y los sintéticos, que llevan solo una parte de látex natural.
Viscoelástica
Es una tecnología perfecta para aquellas personas que duermen de lado o sufren problemas de articulaciones o musculares, se adapta y reconoce las posiciones del cuerpo para que el descanso sea óptimo, adaptándose a la silueta natural del cuerpo.
Muelles
La mejor opción para personas con problemas de sudoración o que buscan un descanso más tradicional, queriendo evitar la sensación de adaptabilidad que ofrecen los colchones viscoelásticos o de látex.
Viscografeno
Los colchones de viscografeno son los que están compuestos por viscoelástica y grafeno. El grafeno es un material increíblemente resistente.
Este es un material termorregulador, por lo que disipa el calor evitando que se concentre en exceso en los tejidos del colchón, es antibacteriano, por lo que las bacterias no pueden acumularse en el colchón del modo en que lo harían en los de otros materiales.
En el caso de este tipo de colchones, se recomienda cambiarlos de posición cada dos meses para aprovecharlos lo mejor posible. Así, se puede ir variando al colocar la parte de los pies en la de la cabeza y darle la vuelta.
¿Cuál colchón me compro?
Comprar un colchón no es lo mismo que comprarse unos pantalones, hay mucha gente que solo le dedica 5 minutos a probarlo, los 5 minutos que puede tumbarse en él en la tienda, te aconsejamos que puedas probar el colchón por los menos durante 30 días para poder evaluar si es el que mejor te funciona.
Tanto nuestro cuerpo como el colchón necesitan ese tiempo para adaptarse el uno al otro.
El precio del colchón es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la gente a la hora de comprarse un colchón. Debes tener en cuenta que en el precio se ven reflejados factores como la calidad, el tamaño o la durabilidad. Este último, especialmente, puede hacer que sea mejor gastarse el dinero en uno de calidad que te pueda durar más, que no intentar ahorrar y que, al cabo de poco, debas volver a comprarte otro. También es importante tener en cuenta que probar el colchón en una tienda física siempre ayuda.
¿Cada cuanto cambiar de colchón?
Se recomienda que sea como máximo cada 10 años, pero siempre que tu cuerpo sufra cambios o si adviertes que descansas mal, es muy probable que tus necesidades hayan cambiado y debas plantearte cambiar el colchón antes del tiempo máximo recomendado. Los niños, por ejemplo, necesitan cambiarlo con mayor frecuencia porque sus necesidades de niño o adolescente no serán las mismas que cuando sean jóvenes o adultos. Lo mismo sucede con embarazadas, cuando aparecen lesiones, desgaste físico, aumento de peso, etc.
Cuando compres un colchón, asegúrate que tiene garantía por si necesitaras hacer uso de ella ante posibles defectos de fabricación.
Además de aspectos como la modalidad, los materiales y el precio del colchón, presta especial atención a la calidad de los materiales y de su fabricación. No siempre que compramos lo barato estamos ahorrando dinero y, lo que es más importante, nunca es bueno ahorrar en salud.
Más recomendaciones para elegir el colchón adecuado
Finalmente, te dejamos una serie de recomendaciones a seguir a la hora de elegir un buen colchón:
- La altura del colchón debe ser como mínimo de 18 centímetros.
- El largo del colchón debe medir 10 centímetros más que la altura de quien duerma en él.
- Para el ancho apenas hay discusión, cuánto más ancho sea mejor, no obstante, también dependerán otros factores como el tamaño de la habitación.
- Dependiendo de lo firme que quieras la cama, hay distintos tipos de base que te pueden ir mejor o peor. Si lo quieres notar más blando o flexible, deberás optar por un somier de láminas mientras que, si quieres que sea más firme, puedes elegir un canapé o una base tapizada.
- Airea diariamente tu colchón, al menos unos minutos y cámbialo de posición rotándolo unas cuatro veces al año para que preserve mejor su forma.
- Para protegerlo limpio y que dure más tiempo compra una funda para colchón en tejidos naturales y algodón.
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